miércoles, 29 de mayo de 2013

EL COCODRILO DE SAN GINÉS

fotografía de Luís García (Zaqarbal)


Seguramente muchos hemos pasado cientos, si no miles, de veces por delante de la iglesia de San Ginés. A tiro de piedra entre la Plaza de Sol y la de Ópera, en plena calle Arenal, se levanta este edificio dedicado al mártir San Ginés de Arlés.

Fue construida en el año 1640 utilizando los materiales del templo que se encontraba en el mismo lugar hasta su derrumbe. En su interior podemos encontrar un sinfín de tallas y cuadro de un valor inestimable, incluso las cicatrices que la Guerra Civil dejó en su rostro, durante la cual sirvió de cuartel a los Republicanos.

Pero no estamos hoy aquí para hablar de su valor histórico, ni de los maestros literarios que allí fueron bautizados, como Lope de Vega, o contrajeron matrimonio, como Francisco de Quevedo. No, hoy queremos hablaros del cocodrilo disecado que habitaba en su interior hasta hace unos años. Se dice que fue Alonso de Montalbán, comisionado de los Reyes Católicos, el cual durante un viaje por las Américas fueron atacados por un grupo de cocodrilos. Consiguieron ponerse a salvo en la isla de Portobello donde, al parecer, les atacó otro gran lagarto. Alonso se encomendó a la Virgen de los Remedios para que los salvase y, casualidad o milagro, un árbol se partió en dos matando al cocodrilo que pretendía darse un festín con el aventurero.

Alonso de Montalbán regresó a Madrid, donde mandó esculpir a la Virgen y colocar al gran lagarto a sus pies.

Hace no mucho el cocodrilo desapareció del templo, según dicen debido a que el párroco se cansó de recibir más visitas a ver al reptil que las movidas por la fe.

¿Alguno llegastéis a ver el cocodrilo?

viernes, 17 de mayo de 2013

UNA FINAL PARA SOÑAR: EL ATLÉTICO TAMBIÉN BUSCA SU DECIMA

El Atlético celebra la por entonces conocida como Copa del Generalísimo de 1960
Cuando el Borussia Dortmund eliminó al Real Madrid, los medios de comunicación nacionales hicieron hincapié en que se acababa el sueño de la Décima. Un sueño que se quedó dormido en la ‘Casa Blanca’, pero que despertó en la otra parte de la ciudad. En la Ribera del Manzanares, donde las aguas vuelven a bajar tranquilas desde que el Cholo Simeone impuso su ley, heredan el lema: ¡A por la décima… Copa del Rey!

Pese a que el presidente Vicente Calderón, en un arrebato de desconsolación tras perder la Copa de Europa ante el Bayern de Munich en 1974, calificó a su propio club como el ‘Pupas’, si analizamos fríamente el palmares, el adjetivo está en desacorde con la historia. De sobra es conocido que han probado el sabor de la derrota, pero también el de la victoria. Y de todos los colores. Sólo hay un trofeo que falta por rellenar en sus vitrinas, si bien es cierto que se trata de la obra maestra: la Liga de Campeones. El resto, en sus 110 años de vida, han caído en manos rojiblancas al menos una vez.

Sin embargo, el número de alirones está acotado. Ninguno de los títulos se puede contar con dos decimales. Esta temporada tienen la oportunidad de conseguir que el torneo del KO se pueda sumar con las dos manos sin esconder ningún dedo. Se dice que son un equipo copero y podrían demostrarlo liderando su ranking particular.

Lo que pasa en la Copa del Rey no se repite en ningún otro campeonato. Y si el protagonista es la escuadra colchonera, el guión se convierte en una tragicomedia. Hay un dato que demuestra hasta qué punto la curiosidad rebasa la lógica. De las 9 finales que han tenido color rojiblanco, en todas (menos en la última) el escenario ha sido el Santiago Bernabéu, el estadio del eterno rival, el mismo que le pisotea en el siglo XXI y que, para más inri, es el rival de esta noche, el obstáculo para entrar en la decena.

El galardón se hizo de rogar. La primera conquista tuvo lugar en 1960, cuando la entidad ya tenía 4 Ligas. El conjunto merengue dobló las rodillas ante los Griffa, Adelardo, Peiró y compañía. Tuvo su secuela la temporada siguiente. La víctima cambió en la tercera edición, ‘rodada’ en 1965, con el Real Zaragoza como perjudicado. La misma que reincidió once años después. Antes, el Valencia había sucumbido ante Luis Aragonés y su tropa en 1972.

La sexta se alcanzó en la 84/85 ante el embrión, el Athletic de Bilbao, que defendía trono. La era Gil se inició a raíz de una derrota ante la Real Sociedad, pero sirvió como inauguración de casillero en la 90/91 ante el Mallorca, que tuvo reedición ante el Real Madrid al año siguiente, justo antes de abrir las compuertas para la reconversión en Sociedad Anónima Deportiva. Desde entonces, sólo han recogido de manos del Rey la Copa una vez, la que formó pareja con el campeonato liguero en el Doblete. Tres intentos fallidos han construido un desierto de títulos nacionales desde entonces.

El 17 de mayo de 2013 puede coronarse como una nueva fecha que resetee todo el pasado plagado de estadísticas en contra y en el que se plante una nueva ilusión para que la grandeza del Atlético de Madrid vuelva a florecer.

Víctor Goded


miércoles, 1 de mayo de 2013

CARTAS A LORRAINE (O LOS AMORES DEL 2 DE MAYO) II



Madrid a 28 de Abril de 1808

Mi tan amada Lorraine,

Ha pasado tanto desde que te mandé unas breves líneas escritas que mi alma se rompió en mil pedazos. No tengo disculpa, no intentaré buscarla, pero si pudieses llegar a imaginar lo que he pasado estas últimas semanas podrías, al menos, pensar el perdonarme.

¡Fui a Aranjuez! Como te dije me reuní con Quirós y José, ¡ay de mis viejos amigos! Como si les conociera José me esperaba bota de vino en mano, ya achispado, animándonos en nuestra aventura. Quirós en cambio mostraba un semblante gris, taciturno, no levantaba la mirada del suelo, como intentando no tropezar con sus propios pies. A ratos se agachaba a recoger guijarros del suelo que guardaba cauteloso en su bolsa, cuando le pregunté el por qué de sus actos solamente alcanzaba a responderme: Por Nosotros.

Llegamos a Aranjuez, Lorraine. En otro momento te hubieses enamorado de sus calles, casi tanto como yo lo estoy de ti. Pero aquel día las calles eran una masa humana que deambulaba de esquina a esquina. Nos unimos a ellos hasta ir a parar frente al palacio de Godoy. Cuando nos unimos a la turba yo no sabía bien si de verdad era Godoy quién se escondía tras aquellos muros, la gente gritaba, se agolpaba y conjuraba ideas de muerte y fuego. Quirós no hacía más que palpar su bolsa llena de piedras.

Hubo un momento en que una de las ventanas se abrió y de ella surgió una figura que quedó ensombrecida por la luz, intentó apaciguarnos con palabras. Cosa que al principio parecía estar consiguiendo, hasta que de algún sitio surgió un diminuto proyectil que impactó sobre la sombra que nos hablaba, al impacto respondieron gritos de jubilo, exaltaciones de la patria...y todo se volvió un caos. Quirós sonreía a mi lado con una segunda piedra lista en su mano. El animal humano que formábamos en aquel momento se impregnó de tal locura que poco puedo entender lo que pasó después: asaltamos el palacio, destruimos, quemamos, destrozamos, violamos todo lo que encontramos a nuestro paso. Dicen algunos que incluso, nuestro ahora rey Fernando, se encontraba entre las manos que intentó apresar a Godoy. Parecía que jamás conseguiríamos encontrarle hasta que salió a beber agua, en aquel momento fueron legión las manos que le rodearon.

Han pasado días y aún no consigo olvidar aquel momento. A mi vuelta a Madrid no encontré otra cosa mas que la pesadilla aún más grande. Vi a Fernando pasearse como nuevo rey desde Alcalá hasta el Palacio de Oriente, un rayo de esperanza. Una esperanza inocua, me hablan de Murat, que se niega a reconocer al nuevo rey, me dicen que le engañarán con falsas promesas, me hablan y mientras me cuentan sus tropas cubren nuestras calles.

Madrid está invadida. Madrid ha sido forzada a perder su virginidad.

Te escribiré pronto amada mía,

Ojalá recuperemos las calles en que nos conocimos,

siempre tuyo,

J.