Repasando entradas anteriores, parece que Madrid se limite a
todo lo que hay dentro de la M·30, pero la comunidad también ofrece magníficas
visitas y curiosidades. Hoy dejamos la Villa y Corte y nos marchamos al pueblecito
de Mejorada del Campo, a quince kilómetros de Alcalá de Henares.
Mejorada del Campo es un pueblo tranquilo, con grandes zonas
residenciales que rodean un pequeño casco antiguo. Resulta bastante impresionante
cuando, llegando a la rotonda que gira de la Calle Miguel Hernandez a la de
Antonio Gaudí, te das de bruces con una catedral en obras, arquitectónicamente
inclasificable. La Catedral de Nuestra señora del Pilar, proyectada y
construida por el vecino Don Justo Gallego Martínez, es sin duda el monumento
principal del pueblo y una visita obligada si estás de periplo por la zona de
Alcalá de Henares.
¿Pero quién es éste tal Don Justo? Muchos le recordamos por
un anuncio de Aquarius donde ya se vislumbraba parte del edificio, pero no es
hasta que entras en él que te das cuenta hasta dónde puede llegar un sueño a
base de constancia y buen ánimo.
Justo Gallego Martínez nació en 1925 con una devota fe católica
que le llevó al monasterio a la edad de veintisiete años, si bien lo abandonó
nueve años más tarde. Fue entonces, de regreso en su pueblo y con unas tierras
heredadas de sus padres, cuando Justo decidió levantar un templo sin respaldo
de la iglesia católica, sin conocimientos de arquitectura, y con tan sólo un
par de libros de catedrales de todo el mundo que le servirían de inspiración
para la idea que dibujó en su cabeza.
Con tiempo, ganas y la ayuda, primero de sus hijos y luego
de vecinos y voluntarios, el proyecto fue tomando forma hasta convertirse en un
imponente templo que cuenta con veintiocho cúpulas, dos torres que llegarán a
medir sesenta metros, un claustro y cripta. Tanto en el interior como en el
exterior queda patente la carencia de conocimientos en cuanto a edificación, de
un hombre que no ha estudiado siquiera albañilería, lo que hace temer por el
futuro del templo una vez Justo desaparezca. Porque es cierto que hay zonas que
no ofrecen mucha seguridad, no hemos de olvidar que se trata de una obra
incompleta que utiliza materiales reciclados no siempre en perfecto estado.
Pero os puedo asegurar que entrar en ella es entrar en la imaginación ambiciosa
de este hombre, en su amor por lo que está haciendo y aceptar la idea de que
uno consigue lo que se propone.