Al madrileño castizamente se le conoce como gato, pero ¿de dónde surge este apelativo? Para encontrar el origen
de este apodo tenemos que viajar en el tiempo hasta el año 1083.
En el año 865, Muhammad
I, hijo de Abderramán II, mandó fortificar la aldea de Mayrit con una muralla (otro día veremos el origen del nombre de
Madrid) de tal forma que, pese a los numerosos intentos, la villa se convirtió
en inexpugnable hasta 1083. Es en este año cuando el rey Alfonso VI de Castilla
decide
conquistar Toledo y se da cuenta de que debe liberar Mayrit con el fin de no dejar
ningún bastión en la retaguardia.
Una vez sitiada la villa de Mayrit
se
dieron cuenta de que les era imposible franquear las murallas. Sin embargo, un
joven, que de joven que era parecía casi un niño, había conseguido burlar a los
guardias y colarse entre los guerreros del campamento. Fue llevado ante el rey,
el cual al preguntar su nombre obtuvo como respuesta: Me llaman Gato.
Así era conocido por su destreza a la hora de saltar y escalar muros que para
otros eran inalcanzables.
El muchacho se encontró a la mañana siguiente escalando uno de los
muros de Mayrit ante
la atenta y sepulcral mirada de sus compañeros. Cuando alcanzó una de las
torres de vigilancia lanzó una cuerda para que el resto de soldados pudiesen
trepar. Así, aquel joven consiguió una victoria para los cristianos aquel día.
Así, dicen, se reconquistó Madrid.
Con el paso del tiempo se ha olvidado el nombre de aquel joven, solo se
recuerda que cambió su nombre de familia por el de “Gato” y que incluyó en su
escudo de armas al felino que le sirvió de inspiración.
Hoy, pese a que en un principio se usaba el apelativo de gato para
referirse a un madrileño que tuviese arrojo, se conoce como gato a todo aquel
nacido en Madrid. Es más, sólo se es gato, gato si los dos padres de uno han
nacido en la ciudad.
Artículo de mi sobrina Cristina,interesante y curioso.Acabo de saber que no soy "gata,gata" aunque haya nacido en Madrid.
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